sábado, 7 de agosto de 2010

Crítica Teatral (Probable significado de la obra "La Rima de los Desvariados" del escritor y actor Óscar Sánchez)


El argumento no esclarecía mucho: ¿Dos locos en un duelo mortal por el amor de Mona Lisa? Realmente no estaba seguro de lo que podía esperar. Y se inició la obra, dos personajes bien interpretados y diálogos llenos de poesía y humor, todo girando alrededor de la lucha por el amor, ¡Ah el AMOR! Es importante para los seres humanos, ¿cierto?

Pero de pronto algo empezó a suceder. Y a suceder dentro de mí. Me sentí identificado, no con uno de los personajes, sino con los dos. Y aunque expresaban sentimientos y posiciones contrapuestas, de eso se trata ¿no? El amor es alegría y dolor. Es locura y razón. El amor es y no es. Claro, hay cosas tan importantes como el amor, pero con algo parecido a él, venimos al mundo, o al menos esa es la justificación, y es tan obvio. Pero es importante el amor, sin duda.

Lopede firme hasta el final, convencido de lograr la victoria y el amor de su amada, seguro de lo que siente, inconmovible, sereno ante los embates poéticos de su rival, inflexible y por lo mismo loco, sí, muy irracional. Tanto que el amor de su amada, es “su” amor. Pues el no espera ser amado, le es más importante amar, amar hasta el final, amar a su modo, en resumida cuenta, amarse a sí mismo. Y triunfó, y se quedó consigo mismo, ¡ah me olvidaba! Se quedó también con Mona Lisa.

Su rival, del cual no me acuerdo el nombre, pero sí de su despreocupación, de la ironía, a través de la selección de sus “armas” poéticas, y de sus dudas. Dudas razonables al fin. Y lógico, la razón es precavida, es conciliadora y algunas veces cobarde y limitante. Quiere deponer las armas, pero la firmeza de Lopede lo anima a seguir, hasta el final, más que por orgullo personal, por admiración a su rival. Pero en el fondo, muy en el fondo, duda. Y la duda mata o te salva la vida, que es algo parecido a morir, sólo que más lento. No tuvo las agallas o prefirió ser libre… y perdió el duelo.

Saliendo me puse a reflexionar, a mirarme a través de las personajes y la historia vivida en la obra, como en un espejo, algo distorsionado, pero que refleja mucho de lo que vivo. Esperando todo y nada. Enamorado y solo a la vez. Despreocupado y ahora un poco más sensible y por momentos triste. ¿Y ella? Interpreto su silencio y el tiempo solicitado, como una prueba para ella y para mí, y espero que sienta lo mismo que yo. Confío en lo que me dijo, pero tengo miedo y sufro también. La pasión me pide que espere, la razón que salga de allí. Pero me quedo, por ella, me quedo. Y sí al final se desvanece, pues fue un sueño, pero uno muy hermoso y fui muy feliz.