sábado, 31 de enero de 2009

Los Dados Eternos (César Vallejo)



Para Manuel Gonzales Prada, esta emoción bravía y selecta, una de las que, con más entusiasmo, me ha aplaudido el gran maestro.


Dios mío, estoy llorando el sér que vivo;
me pesa haber tomádote tu pan;
pero este pobre barro pensativo
no es costra fermentada en tu costado:
¡tú no tienes Marías que se van!

Dios mío, si tú hubieras sido hombre,
hoy supieras ser Dios;
pero tú, que estuviste siempre bien,
no sientes nada de tu creación.
¡Y el hombre sí te sufre: el Dios es él!

Hoy que en mis ojos brujos hay candelas,
como en un condenado,
Dios mío, prenderás todas tus velas,
y jugaremos con el viejo dado.
Tal vez ¡oh jugador! al dar la suerte
del universo todo,
surgirán las ojeras de la Muerte,
como dos ases fúnebres de lodo.

Dios mío, y esta noche sorda, obscura,
ya no podrás jugar, porque la Tierra
es un dado roído y ya redondo
a fuerza de rodar a la aventura,
que no puede parar sino en un hueco,
en el hueco de inmensa sepultura.

lunes, 26 de enero de 2009

Impotencia


Un lamento a través de la distancia,
al otro lado del espejo.
Grito desesperado del alma, observo con calma...
El amor no es suficiente,
la cordura mucho menos,
ni palabras llenas de sabiduría pero vacías en sentimientos,
no son suficiente consuelo para un ser sin aliento.
Amor frío, puro y verdadero
porque no correspondes a mis deseos,
permite que mi reflejo beba de tu extraño cáliz,
permite que alivie un poco su cruel tormento,
con tu frío sentimiento, con tu amor de hielo...


¿Amor = Sexo?


Amor sin sentido alguno,
sin principio y sin final,
colmado de placer físico y sentimientos vacíos,
de seres vacíos,
de almas sin rumbo,
en un círculo sin fin,
hasta que te conozcas a ti mismo,
sepas de dónde vienes y a dónde vas...
polvo al polvo serás.